miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mitos Urbanos (Subtes en Buenos Aires)


La estación fantasma


Esas orugas chirriantes que horadan las oscuras profundidades bajo nuestros pies; esos trenes ciegos que, cual lombrices gigantes y hambrientas, engullen humanos de toda clase para vomitarlos más adelante en alguna fosa azulejada con nombre de prócer a la que llamamos “estación”. Nos estamos refiriendo a los subterráneos. Medios de transporte en el que, además de viajar humanos, también viajan mitos y leyendas.
Son tantas las historias que se ocultan en estos túneles férreos que cuesta empezar con alguna.
Decidí, entonces, elegir como abanderada de estas “leyendas bajo tierra” una de mis preferidas, aquella que se refiere a la extraña visión que puede asaltarnos entre las “media estaciones” Pasco y Alberti, en la línea "A" de los subterráneos porteños.
Dicen que allí, a mitad de camino entre ambas estaciones, siempre se apaga la luz en el interior del vagón; y es en ese preciso momento en el que podemos ver, a través de la ventanilla, algo que no debería estar allí… una estación que no es ni Pasco ni Alberti. Y no sólo eso: sobre aquel andén imposible se encuentran dos hombres sentados, con sus piernas colgando sobre las vías. Algunos hasta llegan a afirmar que aquellas presencias tienen la mirada triste, muy triste.
Fantasmas en una estación fantasma.
Como todo mito, son muchas las versiones que intentan ahondar en la naturaleza de esta visión (en Buenos Aires es leyenda se desarrolla una de ellas). Pero sea cual sea su origen, parece ser solo la punta del iceberg, un oscuro iceberg repleto de historias escalofriantes que se ocultan bajo las calles de nuestra Ciudad.
Eduardo Pintos Saraiva

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